domingo, 1 de junio de 2014

1. Descubrimiento del electrón

A mediados del siglo XIX, los científicos comenzaron a estudiar las descargas eléctricas a través de tubos parcialmente evacuados (tubos a los que se les había extraído por bombeo casi todo el aire) creado por Willian Crookes en 1895. Un alto voltaje produce radiación dentro del tubo. E. Goldstein llamó a esta radiación rayos catódicos porque se originaba en el electrodo negativo, o cátodo. Aunque los rayos en si son invisibles, su movimiento puede detectarse porque hacen que ciertos materiales, incluido el vidrio, despidan rayos de luz fluorescente.
En ausencia de campos magnéticos o eléctricos los rayos catódicos viajan en línea recta. Sin embargo, los campos magnéticos o eléctricos “doblan” los rayos, es decir, los debían tal como se esperarían que lo hicieran partículas con carga negativa.
Estas observaciones de las propiedades de los rayos catódicos surgieron a los científicos que la radiación consiste en una corriente de partículas con carga negativa, que en 1891 George Stoney bautizó como electrones. Además, se descubrió que los rayos catódicos emitidos por cátodos de diferentes materiales eran iguales. Todas estas observaciones dieron pie a la conclusión de que los electrones son un componente fundamental de la materia.
En 1897 el físico británico J.J. Thomson calculó la relación entre la carga eléctrica y la masa de un electrón empleando un tubo de rayos catódicos. Midiendo de forma cuidadosa y cuantitativa los efectos de campos magnéticos y eléctricos sobre el movimiento de los rayos catódicos, Thomson determinó que la relación es de 1,76 · 100000000 Culombios por gramo.

En este video de youtube enseñan cómo funciona el tubo de rayos catódicos.
http://www.youtube.com/watch?v=1dPv5WKBz9k