A mediados del siglo XIX, los científicos
comenzaron a estudiar las descargas eléctricas a través de tubos parcialmente
evacuados (tubos a los que se les había extraído por bombeo casi todo el aire)
creado por Willian Crookes en 1895. Un alto voltaje produce radiación dentro
del tubo. E. Goldstein llamó a esta radiación rayos catódicos porque se
originaba en el electrodo negativo, o cátodo. Aunque los rayos en si son
invisibles, su movimiento puede detectarse porque hacen que ciertos materiales,
incluido el vidrio, despidan rayos de luz fluorescente.
En ausencia de campos magnéticos o
eléctricos los rayos catódicos viajan en línea recta. Sin embargo, los campos
magnéticos o eléctricos “doblan” los rayos, es decir, los debían tal como se
esperarían que lo hicieran partículas con carga negativa.
Estas observaciones de las propiedades de los
rayos catódicos surgieron a los científicos que la radiación consiste en una
corriente de partículas con carga negativa, que en 1891 George Stoney bautizó
como electrones. Además, se descubrió que los rayos catódicos emitidos por
cátodos de diferentes materiales eran iguales. Todas estas observaciones dieron
pie a la conclusión de que los electrones son un componente fundamental de la
materia.
En 1897 el físico británico
J.J. Thomson calculó la relación entre la carga eléctrica y la masa de un
electrón empleando un tubo de rayos catódicos. Midiendo de forma cuidadosa y
cuantitativa los efectos de campos magnéticos y eléctricos sobre el movimiento
de los rayos catódicos, Thomson determinó que la relación es de 1,76 · 100000000 Culombios por gramo.En este video de youtube enseñan cómo funciona el tubo de rayos catódicos.
http://www.youtube.com/watch?v=1dPv5WKBz9k